En una alegre clase de niños pequeños, el profesor tenía una sorpresa especial para ellos. «Hoy vamos a conocer a un nuevo amigo» dijo el profesor con una sonrisa. Todos los niños se sentaron en círculo, muy emocionados.
De repente, entró un oso grande y amoroso de color marrón. «Hola, niños. Me llamo Lluis y soy el Oso de los Colores. Hoy vamos a jugar juntos y aprenderemos sobre los colores» dijo Lluis con una voz suave y amigable.
Lluis empezó a sacar diferentes objetos de una gran caja de juguetes. Primero, sacó una pelota roja y preguntó: «¿De qué color es esta pelota?»
Un niño levantó la mano y dijo: «¡Roja
«¡Muy bien!» dijo Lluis, aplaudiendo con sus grandes patas. Luego, sacó un cochecito azul. «¿Y este cochecito, de qué color es?»
Una niña respondió emocionada: «¡Azul
«¡Exacto!» exclamó Lluis. «¡Estáis haciendo un gran trabajo!»
Después, Lluis sacó dos pinturas, una roja y otra amarilla. «Ahora vamos a aprender algo nuevo y emocionante. Estos son colores primarios. Vamos a ver qué pasa cuando los mezclamos.»
Lluis mezcló las pinturas roja y amarilla, y los niños miraron asombrados. «¡Mirad! El rojo y el amarillo juntos forman el color naranja» explicó Lluis mientras sostenía una naranja.
«¿De qué color es esta fruta?»
«¡Naranja!» gritaron los niños al mismo tiempo.
Lluis continuó con más experimentos. «Ahora, veamos qué sucede si mezclamos azul y amarillo.» Mezcló las dos pinturas y mostró el resultado. «¡Mirad! Tenemos verde. Aquí tengo una hoja. ¿De qué color es esta hoja?»
«¡Verde!» respondieron los niños, encantados
«Y si mezclamos rojo y azul, ¿qué creéis que conseguimos?» preguntó Lluis, mezclando las pinturas. «¡Es púrpura! Aquí tengo una flor. ¿De qué color es esta flor?»
«¡Púrpura!» dijeron los niños, emocionados.
Lluis sonrió y les dijo: «¡Estáis aprendiendo muy rápido! Los colores son muy divertidos y, cuando los mezclamos, podemos crear colores nuevos y hermosos.» Al final de la clase, Lluis dijo: «¡Habéis hecho un trabajo maravilloso aprendiendo sobre los colores y cómo se mezclan! ¿Se han divertido?»
«¡Sí!» gritaron todos los niños a la vez. «¡Nos ha encantado, Lluis! ¡Queremos jugar otra vez!»
Lluis sonrió y les dijo: «¡Podremos jugar y aprender más sobre los colores la próxima vez! Ahora, aplaudámonos todos por haberlo hecho tan bien hoy.»
Los niños aplaudieron felices y sabían que habían hecho un nuevo amigo especial que les ayudaría a aprender más y más cada día.
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